jueves, 23 de marzo de 2017

DIFERENCIAS ENTRE BALONES DE FÚTBOL SALA Y FÚTBOL 11


FÚTBOL SALA:
La principal diferencia de los balones de futbol sala respecto al resto de balones está en su composición que limita la altura de los botes. Los balones de fútbol sala se caracterizan por tener un peso mayor (400 g-430 g) y un rebote menor, siendo de talla 62 (equivalente a la talla 4 de fútbol pero con mayor peso).

La cubierta de un balón de fútbol sala es muy resistente a la abrasión y las uniones de los paneles raramente están termoselladas, ya que no es necesario impermeabilizar un balón que se utiliza en una pista cubierta y que debe estar seca para poder practicar fútbol sala en ella.

Marcas como Kelme, Nike, Joma y adidas fabrican balones de fútbol sala para diferentes competiciones oficiales y también para uso recreativo. Los balones de fútbol sala utilizados en competiciones oficiales de la FIFA y las confederaciones pertenecientes a ella, deben tener el sello de calidad FIFA que verifica que el balón de fútbol sala cumple las condiciones mínimas estipuladas para las competiciones oficiales en cuanto a tamaño.




FÚTBOL 11:
Las características de los balones oficiales no difieren del resto de balones de fútbol.  Se ofrecen en distintos tamaños, gamas y con características especiales.
A nivel de tallas:

  • -  Balón de fútbol oficial Talla 5 (68.5 - 69.5 cm): para su uso en fútbol 11 y para chicos a partir de 12 años.
  • -  Balón de fútbol oficial Talla 4 (63.5 - 66 cm): para niños de 8 a 12 años y fútbol 7.
  • -  Balón de fútbol sala (62-64 cm): perímetro estándar del balón oficial de futsal y con el bote reducido.

Y en cuanto a prestaciones se ofrecen:

  • -  Balón de fútbol oficial de Prestaciones Profesionales o Altas (el mismo utilizado en la competición oficial) que vienen certificados por la FIFA con el sello FIFA QUALITY PRO o FIFA QUALITY que garantiza sus prestaciones en las condiciones de los ensayos exigidos; es decir, que garantiza que el esférico responde de la misma forma independientemente que sea el inicio del partido o la tanda de penaltis.
  • -  Balón de fútbol oficial de Prestaciones Avanzadas: una buena elección para entrenamiento o partidos no tan exigentes, donde no es necesario el sello de calidad de la FIFA, ya que la propia marca garantiza sus prestaciones.
  • -  Balón de fútbol oficial de Prestaciones Base o Iniciación para unas exigencias inferiores o uso recreacional.

A nivel de características específicas se suelen ofrecer los balones oficiales de invierno o alta visibilidad para los partidos bajo los focos en épocas de poca luz.

TIPOS DE SUELAS

SUELA FG
Las botas de fútbol FG son botas concebidas para campos de fútbol cuya superficie tiene cierta consistencia y compacidad. El término FG proviene del inglés y significa 'terreno firme' (Firm Ground), siendo el término firme sinónimo de estable, bien sujeto.




SUELA SG TACOS DE ALUMINIO
Las botas de fútbol SG, con suela SG o taco SG son botas también conocidas como botas con tacos de aluminio. El término SG proviene del inglés y significa terreno blando (Soft Ground), entendiéndose el término blando como sinónimo de poca consistencia o poca firmeza del terreno de juego. 
Se clasifican dentro de este tipo de terrenos los de césped natural empapado o con exceso de riego o lluvia e incluso terrenos embarrados típicos de climas húmedos o campos profesionales con un sistema de riego y de mantenimiento intensivo.
La práctica de fútbol sobre estas superficies es dificultosa, debido a que la capa superficial de terreno donde apoya la bota del futbolista es poco consistente y tiene poca cohesión, lo que le hace resbalar si no dispone del calzado apropiado.



SUELA AG
tacos en la suela superior a 20 (aunque no siempre) para repartir mejor las presiones en la planta del pie. La geometría del taco suele ser cónica o cilíndrica evitando las cuchillas o puntos muy angulados. A su vez, suelen ser de una longitud inferior o cercana a 1 cm ya que en este tipo de terrenos no se necesite mayor longitud para asegurar un anclaje de la bota aceptable. Cada fabricante o marca de calzado de fútbol diseña sus propios modelos de suela intentando obtener la suela 'perfecta' o aquella que mayor rendimiento aporta al jugador. No existe un convenio internacional que regule o defina los requisitos que debe cumplir una suela para denominarse AG y por lo tanto cada marca realiza sus propios estudios biomecánicos y diseña las suelas que mejores resultados dan. Cabe decir que tampoco existe una homogeneidad en los campos de césped artificial (los hay con caucho y con fibras de coco, con una longitud de fibra de 5 cm y otros de 7 cm, unos más compactos y mal mantenidos y otros mejor cuidados, etc.).





miércoles, 22 de marzo de 2017

DATOS SOBRE BOTAS DE FÚTBOL

La bota de fútbol tradicionalmente ha sido concebida como un tipo de calzado pensado para la práctica del fútbol, básicamente construido en cuero lo más duro posible, buscando firmeza y durabilidad, generalmente cortada por debajo de los tobillos y con una suela a la que van anclados los tacos. Actualmente este rudo concepto ha pasado a concebir modelos de botas donde se aplican las más sofisticadas tecnologías en todos sus niveles de construcción, aportando confort y rendimiento al jugador y existiendo una amplia gama de modelos para cada tipo de circunstancia concreta. 

Destacamos la escasa información de tipo científico y riguroso, lo que nos hace mirar a los trabajos que desarrollan las propias marcas deportivas, con sus propios criterios de valoración y falta de consenso a la hora de poder comparar características entre modelos. Del mismo modo, la falta de información que le llega al usuario a la hora de adquirir un producto que, como veremos más adelante, puede variar entre más de 30 variables en función de diferentes criterios de análisis. Solamente aparece en la bibliografía los trabajos realizados por Rodano et al. (1988) cuyo estudio supone un acercamiento ergonómico al problema de estandarizar la fabricación de las botas de fútbol. Al principio, se realizaron exámenes clínicos del pie con el objetivo de definir la morfología normal. Posteriormente se realizaron análisis de las fuerzas del pie ante distintas situaciones especiales. Finalmente, se estudiaron la cinemática de varias acciones técnicas propias del juego. Los datos obtenidos se usaron para proporcionar datos con el objetivo de mejorar el rendimiento del calzado, así como para hacer diversas recomendaciones específicas para jugadores determinados y requerimientos específicos de diversas situaciones propias del juego. 

Atendiendo a Hening, E. y Zulbeck, O. (Biomechanics Laboratory, University of Essen), las principales particularidades que tiene esta materia de estudio de la Biomecánica del Equipamiento deportivo en la actualidad son: 

* Las propiedades biomecánicas del calzado de fútbol han recibido escasa atención científica hasta la actualidad 
* Sólo recientemente, las organizaciones de jugadores y fabricantes del zapato sólo se han interesado en los conceptos modernos de diseño del calzado para fútbol 
* La prevención de lesiones y mejora de la actuación son los factores importantes para el diseño de cualquier calzado deportivo. 

Como apunte para la reflexión, señalar que un diseño incorrecto del calzado puede ser el origen de algunas lesiones que afectan especialmente a las rodillas y los tobillos. Son conocidas las lesiones que se producen cuando los tacos se quedan anclados en el terreno de juego mientras el futbolista realiza un giro, un cambio de dirección, o recibe una patada, lo que daña especialmente a los ligamentos de la rodilla. 


Características generales de la bota de fútbol (Luhtanen, 2005) 

La bota de fútbol es un tipo de calzado destinado para la práctica del Fútbol, característica por la particularidad de incluir tacos de distintos tipos en su suela en función de su uso. 

Se ha identificado que la bota de fútbol tiene una función ergonómica (Lees & Kewley 1993), señalando estos autores que debe ser un calzado cómodo al uso y no debe ser un estorbo al jugador, así como adaptado a los requerimientos y necesidades personales del jugador. 

Siguiendo a estos autores, dicha bota para la práctica del juego debe reunir las siguientes características: 

1.Rendimiento en función de las demandas del juego 
2.Proporcionar protección para el pie 
3.Permitir al pie realizar las funciones exigidas por él mismo. 

Con el objetivo de conocer las demandas específicas del juego se han analizado y grabado los requerimientos físicos que ocurrían en la bota de fútbol durante los entrenamientos y los partidos. Partiendo de este análisis se han identificado los principales tipos de movimientos realizados durante el juego, así como su frecuencia de ocurrencia durante el propio juego y los entrenamientos. Estas acciones se repitieron entonces bajo condiciones del laboratorio dónde las fuerzas de la reacción del terreno fueron grabadas. 

Las fuerzas ejercidas y sufridas en cada parte del pie fueron catalogadas para cada acción específica del juego, valorando el número de veces que se repetía cada acción, siendo posteriormente relacionados con problemas concretos experimentados por los jugadores. 

Los roces que producían las botas sobre la piel del pie era el problema más usual y se registró en un 27% de los jugadores profesionales y en un 15% de los aficionados estudiados. La colocación de las costuras en la zona del empeine lateral delantera de la bota era la causa de este problema, coincidiendo con las principales líneas de tensión y estrés de la bota 

Aumentando la fuerza que actúa sobre la bota en todas las acciones, se estimó que en un período de 90 minutos jugando o entrenando la tensión en la bota era tres veces mayor entrenando que jugando. Este estudio tiene consecuencias para determinar el tipo de bota que se usa para ambos tipos de juego. 

Cuando el pie contacta con el pavimento durante una zancada amplia característica, las fuerzas de reacción del terreno se multiplican por 2.5 veces el peso corporal (Cavanagh, 1990). La bota deben de construirse en materiales diseñados para reducir el efecto de estas fuerzas, pero las marcas comerciales actualmente no se ocupan de este aspecto con la importancia que merece. 

La fuerza de impacto experimentada por el jugador puede aumentar como resultado de velocidad de carrera o el tipo de caída utilizada, y serán mayores en relación con la dureza con la que se oponen a las superficies "blandas". Este hecho podría evaluarse mediante el uso de acelerómetros colocados en la zona baja de la tibia, midiendo de esta forma el promedio de desaceleración de la zancada máxima. 

Esta característica se ha investigado para la carrera con botas del fútbol en comparación con las zapatillas de carrera corrientes, a una velocidad de 3.5 m/s en distintas superficies (Lees & Jones 1994). Los resultados indicaron que el principal pico de desaceleración de la zancada máxima cuando los sujetos utilizaron botas de fútbol y corrieron en hierba, era 25.6 m/s mientras que aquellos que usaron los calzado corriente y ejecutaron en el la misma superficie, era de 23.3 m/s y en superficie de hormigón era 26.5 m/s. De estos estudios se desprende que corriendo en el césped el pico de desaceleración máxima se ve significativamente reducido ante la desaceleración pero calzando botas del fútbol bien protegidas aumentó dicha la desaceleración aproximadamente 10%. 

Los beneficios de una superficie más suave se perdieron al usar una bota que no tenía ninguna mediasuela de tipo "construccional". La apariencia era que las botas que incluían mediasuela en su construcción podría mejorara de manera significativa la fuerza del impacto, con los consecuentes beneficios para el rendimiento. 

Los tacos son importantes para proporcionar la tracción tracción necesaria en una variedad de superficies. Estos han evolucionado desde unos simples clavos en la suela hasta los tapones y tacos modernos de distintas longitudes, formas, materiales, disposición, etc. (Segesser & Pforringer 1989). 

El grip proporcionado está en función de la profundidad de penetración de los tacos y la firmeza de la superficie. El césped muy mojado significará que los tacos cortos no penetran debajo en la superficie más firme y pueden llevar a resbalarse. Por otro lado, el césped muy duro no permitirá la buena penetración de los tacos sobre la superficie, y lleva para presionar determinadas áreas en el pie en la zona del talón o la zona anterior del pie. 

Los tacos de distintas longitudes ayudan a superar algunos de estos problemas. La cantidad de grip proporcionada por una superficie es un componente importante de la calidad para el juego y se ha repartido con del punto de vista de la superficie sobre, pero las características del taco y su disposición tienen gran influencia. Se ha encontrado que la resistencia de deslizamiento se vio poco afectada por la disposición de los tacos, en cambio, se han encontrado importantes diferencias en el coeficiente de fricción de rozamiento entre los distintos tipos de tacos estudiados. 

La más gran diferencia más importante entre los tacos estudiados se localizó en los coeficientes de tracción ante la torsión (Winterbottom, 1985). 

La bota debe permitir distribuir la fuerza de modo que éstas no se concentren en determinadas, como por ejemplo sobre el talón, o más particularmente bajo la cabeza de los primeros metatarsos. De esta manera, se hace especialmente importante la colocación de los tacos en la suela, así como el método que se utilice a la hora de anclar dicho taco a la bota. Se ha demostrado que los tacos atornillados anchos llevan a un descenso de la temperatura del pie más aún que los atornillados de tamaño estrecho convencional, y esto conlleva el confort del pie y reduce la probabilidad de ampollas. El pie es susceptible de ser golpeado y pisado por los pies de otros jugadores, y para tal fin, el material de la bota debe tener la capacidad de poder proporcionar protección al pie sobre estos agentes. El uso de cuero se hace necesario. Todos estos métodos se han usado por los fabricantes pero no se han publicado ningún material con el suficiente rigor científico. 


miércoles, 15 de marzo de 2017

Las botas de fútbol son las armas más poderosas de un futbolista.
No importa que camiseta vistas, que colores, que marca… Lo que te va a hacer grande van a ser tus botas.
Tienes que cuidarlas.
Porque hay botas de la suerte, botas con historia, botas para recordar, botas que has dejado de usar pero siguen guardadas, esas botas que miras y recuerdas con nostalgia las tardes de gloria.
Cuanto más cuides tus botas, más duraran, y más cuidarán ellas de ti en el terreno de juego.
1. Nunca te quites unas botas sin desatar los cordones. Afloja los cordones, no fuerces el talón para quitártelas.
2. Elimina la suciedad, tierra, hierba o cualquier partícula superficial golpeando las botas una contra la otra. Suavemente.
Después cepíllalas con cariño, con un cepillo firme. No uses un cepillo de alambre, usa uno de materiales naturales.
3. Pasa un paño húmedo sobre las botas, para eliminar la suciedad más pequeña.
Sin ningún tipo de jabón o mezcla, solo agua: natural, transparente, incolora.
4. Truco. Si has jugado con la botas en un terreno mojado, usa un viejo cepillo de dientes para eliminar esa suciedad que se queda adherida en muescas o costuras.
5. Cuando no las uses, rellena las botas con papel de periódico, esto ayudará a mantener la forma y absorberá humedad que quede en la bota por el juego o por las condiciones atmosféricas.
Si las has mojado mucho, cambia el periódico cada día.

6. Seca siempre las botas de forma natural, nada de secadores,  radiadores u otras fuentes de calor que puedan dañarlas.
Si secas las botas con calor no natural corres el riesgo de que estas se agarroten y los materiales adhesivos usados en su fabricación pueden estropearse. Unas botas rígidas tienen mas posibilidades de romperse y se convierten en un arma débil.
7. De vez en cuando da grasa a los tacos, también vale vaselina. Esto evita que los tacos se oxiden si son recambiables, y previene que la tierra se pegue a los tacos.
8. Si la botas son de cuero, púlelas de vez en cuando para evitar que se deteriore el color y se pierda.
9. Después de pulirlas, debes pasar un aceite por la bota para conservarla mejor. Aceite natural. Esto hace que la bota mantenga su resistencia al agua y la piel flexible.
Truco: puede usar aceites especiales para botas, o  aceite de oliva (en pequeña cantidad). Incluso las cremas corporales o para manos, ayudan a mantener la piel de las botas.
Precaución: para las botas de material sintético nada de aceites.
10. Si cambias o limpias los tacos, añade un poco de lubricante en la rosca para evitar la oxidación por culpa de la humedad.
Ajusta los tacos a la bota, pero no demasiado fuerte. El exeso de lubricante hace que se reduzca la fricción y que el taco no se apriete correctamente.

Estas son algunas de nuestras recomendaciones. Y tú, ¿tienes algún truco para el cuidado de tus botas?

jueves, 9 de marzo de 2017

Todos sabemos los cuidados que necesita un guante para alargar su vida útil. Y nos preocupa tanto en el caso de los guantes porque un buen cuidado influye mucho en la duración, pero... ¿Pasa lo mismo con las botas? ¡Por supuesto! Sabemos menos de botas porque sin ningún cuidado duran más que los guantes y debido a eso nos preocupa menos dedicarle atención, pero si nos tomamos unos pocos minutos en tratarlas bien conseguiremos no sólo que duren más, sino además que la flexibilidad de la misma aumente varios puntos.
Lo primero que debemos hacer es diferenciar el tipo de bota del que estamos hablando, porque los cuidados que necesita una bota de piel son numerosos y no así las de material sintético.
  • Bota de materiales sintéticos. El material sintético no necesita nutrición para protegerlo de los agentes externos. La mejora del rendimiento de estos materiales viene dado por los diferentes usos que tras someter al material a tensiones y flexiones terminan por ablandarlo. Lo que nos interesa por tanto es que no pierda la forma y que no se pudra.. Yo recurro a dos acciones para conseguir estos dos objetivos:
    1. Introducir hormas internas para que no pierdan la forma y el material mantenga tensión durante el período que la bota pasa en la mochila (muchas veces con un kg de ropa encima), en el zapatillero, en la taquilla del vestuario o en nuestro domicilio. Las hormas son sencillas de encontrar en cualquier zapatero, no tienen un precio demasiado elevado y se pueden reutilizar de una bota a otra. Es un elemento que no debería faltar en el armario de ningún futbolista. Las hay de diferentes materiales y se clasifican por tallas:
    2. Eliminar todo resto de humedad para evitar que se pudran. Para esto es importantísimo una vez que llegamos a casa después de competir o entrenar con ellas secarlas, por fuera y por dentro en caso de que haya llovido y sólo por dentro si el campo estaba seco. Aunque no haya llovido simplemente por el sudor del pie se acumula humedad. Como hemos dicho el material sintético no transpira ni la mitad que el natural por tanto tarda mucho más en evaporarse la humedad del interior y eso termina pudriendo el material y formando molestos olores que ya jamás se irán.
      La mejor solución es retirar la plantilla interna (en caso de que no vaya pegada a la suela) y hacer lo siguiente:
      Si no ha llovido: dejarlas en un lugar ventilado y protegido del sol con las hormas puestas.
      Si ha llovido: papel de periódico en el interior para que absorba rápidamente el agua (un día y medio aproximadamente) y una vez acabado este tiempo retirar el papel e introducir las hormas.
    • Botas de materiales naturales. Si la bota es de piel de canguro los cuidados se multiplican por dos motivos.
      - Por un lado para evitar el deterioro prematuro de la bota porque es un material mucho más delicado.
      - Por otro para mejorar el rendimiento de la bota, porque la piel es un material orgánico que se puede nutrir y mejorar el estado que trae de fábrica. 
      Por tanto debemos por un lado aplicar los mismos dos puntos de los que os he hablado en las botas sintéticas. Y además de eso trabajar con un elemento que es clave para la vida de estas botas: La grasa de caballo.
      Esta grasa debe ser para la piel como el carburante para un coche, no puede funcionar sin ella. 

      Los objetivos ya los hemos mencionado: nutrir e impermeabilizar. Mejoramos por tanto la suavidad (contacto con el balón), flexibilidad (ajuste al pie) y absorción de agua (peso). 
      Con los usos una piel natural tratada con grasa está como mínimo el doble de blanda que cuando estrenamos la bota. 
      Pero la grasa mal aplicada también es un riesgo. Si lo hacemos cuando la bota está todavía mojada por dentro la haremos impermeable y, por tanto, la humedad se quedará en el interior de la bota varios días pudriéndola. Por eso para aplicar la grasa conviene tener en cuenta estos aspectos:
    1. Sólo aplicar la grasa cuando la bota esté completamente seca por dentro y por fuera. Si tiene que ser dos o tres días después de haberlas usado no pasa nada. Es preferible entrenar dos días seguidos el segudno de ellos sin engrasar la bota antes que aplicarla estando mojada.
    2. No debe haber restos de suciedad en la parte externa. Una vez seca la bota eliminar la suciedad con un trapo húmedo.
    3. No se debe echar demasiada grasa, en ocasiones embadurnamos demasiado la bota cuando lo que hay que aplicar es es una fina película y bien repartida. Lo ideal es ayudarnos con un cepillo especial para calzado de este estilo:

    Todo esto no os ocupará más que unos pocos minutos pero con pocos usos tendréis unas botas mucho mejores que el primer día en cuanto a flexibilidad y, sobre todo, alargaréis considerablemente su vida.